Zapatero: nos has fallado

viernes, 25 de marzo de 2011 by Nacho Martín
Hace ya 7 años que, tras la victoria de Zapatero en las elecciones generales, dio la vuelta al país una frase muy escueta que resumía la esperanza puesta en los votantes del entonces candidato socialista, muchos de ellos jóvenes, que creían que con él otra forma de hacer política era posible.

Ya en 2011, podemos concluir que toda esa masa enfervorecida no puede más que sentirse decepcionada. Zapatero les (nos) ha fallado. Y le queda poco tiempo y, me temo, ninguna intención de rectificar.

El viraje que ha dado el Presidente durante esta segunda legislatura ha sido un varapalo para todos los progresistas que le votaron. Las medidas económicas para paliar la crisis no tuvieron nada que envidiar a lo que proponía el PP tan sólo unos meses antes. La reforma de la jubilación, en connivencia con unos sindicatos mayoritarios que no saben defender a los trabajadores, no puede pretender caracterizarse como un avance. El no a la reforma electoral, la Ley Sinde, la participación en la guerra de Libia... son sólo algunos ejemplos que demuestran lo lejos que ahora mismo se encuentra Zapatero no sólo de sus potenciales votantes, sino de toda la ciudadanía.

Y no sólo nos ha fallado por lo que ha hecho, sino también por lo que ha dejado de hacer. Tras la aprobación del matrimonio homosexual, vi esperanzado una puerta para seguir avanzando en derechos sociales y conseguir, por fin, una ley de eutanasia digna para los enfermos. No ha sido así. También creí que podría profundizarse en la laicidad del Estado, por ejemplo revisando ese caduco concordato que mantenemos con el Vaticano desde los años 50. Volví a equivocarme.

Zapatero ha agotado todo el crédito que tenía el Partido Socialista. No es una opción posible a considerar a la hora de votar para una persona de izquierdas. Pero que nadie se confunda: si las encuestas acaban teniendo razón y Rajoy es el próximo Presidente del Gobierno, España no va a mejorar un ápice.

7 comentarios:

Alwariusz dijo...

Voy a hacer referencia a un par de materias a las que te refieres.
Por un lado, las reformas económicas llevadas a cabo por Zapatero son un claro ejemplo de la limitada capacidad de actuación que tienen los gobernantes de nuestros gobiernos. La economía lo es todo en política; si la economía va mal, no hay proyecto ni ideología que valga(a la vista están los hechos). Así, el principal objetivo de nuestros gobiernos será ante todo satisfacer los intereses de las grandes compañías que tiran de la economía de nuestros países. Como ejemplo más vergonzoso el rescate de los bancos producido en Europa. Sin embargo, a la vez que critico esta actitud soy consciente de que el verdadero problema no es que Zapatero haya antepuesto los intereses económicos sobre sus planteamientos ideológicos sino que, antes bien, el problema es la preponderancia despótica del pensamiento único económico ultraliberal. Mientras la sociedad no se abra a otras posiciones la capacidad de actuación de nuestros líderes quedará reducida a umbrales mínimos y es por esto que este tipo de actuaciones no determinará mi voto.
Más digna de crítica me parece la no reforma de la ley electoral. Asistimos impasibles e incluso indulgentes a la alianza en el poder establecida por PP-PSOE. No debemos considerar la democracia como un objetivo que se alcanza con la simple celebración de elecciones libres periódicas sino que hay que hablar de un espectro democrático en el que habrá países más democráticos y países menos democráticos. En este espectro países como Rusia o Venezuela estarían en una posición inferior debido a que, a pesar de la existencia de elecciones libres periódicas, los partidos opositores se encuentran con muchísimas dificultades para concurrir en igualdad de condiciones a dichas elecciones. ¿Cuál es la diferencia entre estos países y España? Que en España, en lugar de ser un único partido el beneficiado por esta asimetría de armas en las elecciones, son dos. Estos dos partidos se alían para mantener una Ley electoral que les beneficia sobremanera. Estos dos partidos son los principales interesados en mantener el status quo político vigente puesto que les asegura llegar al poder, antes o después. Hay que ver la merma de la calidad democrática que esto supone ya que, al tener asegurada la llegada al poder, no poseen suficientes incentivos para actuar en beneficio del interés público; la factura que les pasarán sus actuaciones (pérdida de unas elecciones= obtener 150 escaños=recursos garantizados para mantener su posición de poder y de alternativa en las siguientes elecciones) es demasiado pequeña como para corregirlas. Ellos siguen enmarañados en sus pequeñas disputas diarias que, en el peor de los casos, les relegarán a una cómoda oposición. Cuando surge algún problema que pone en duda la credibilidad y legitimidad de los 2 partidos (véase los vuelos de la CIA, por ej.), ya se encargan los 2 de cubrirse las espaldas recíprocamente. ¿Y de quién es la culpa de todo esto? ¿De ellos? La culpa es de quien se lo permite…

Nacho Martín dijo...

De acuerdo en casi todo Álvaro. Es muy cierto que los gobernantes tienen las manos atadas en el aspecto económico por culpa del ultraliberalismo voraz en el que vivimos. Pero no menos cierto es que otro modelo es posible, y ha quedado claro que ahora mismo los dos principales partidos no proponen salirse ni una línea de lo que dictan los mercados económicos y financieros.

La merma de calidad democrática que supone que el Parlamento esté compuesto siempre por 80%-90% de diputados socialistas o populares por culpa de la ley electoral debe hacernos despertar y exigir más a un sistema que está pensado para que los votantes se preocupen de elegir entre "el menos malo" cada cuatro años.

Marek dijo...

En líneas generales de acuerdo contigo Nacho; y respecto a lo de la ley electoral totalmente de acuerdo con Alwariusz y contigo. Existen unas 40 provincias de España en que en las elecciones generales no tiene ningún sentido votar a un partido que no sea PP-PSOE; o el mínimo del 5% de votos para poder tener representación en las cortes valencianas, que deja atrás partidos minoritarios pero que deberían tener representación.
Algunas medidas económicas tomadas creo que eran necesarias; necesarias por la miopía que ha tenido el gobierno durante toda la legislatura; y apoyarnos durante más de una década en un modelo productivo totalmente insostenible.
En cuanto a la laicidad o la eutanasia no creo que sea tan fácil y lo más importante es tratar de acercarse a todos los puntos de vista ,tratando de tener un mayor consenso social y sobre todo sabiendo comunicar a la ciudania , que creo que siempre con la clara visión de ir mejorando los derechos sociales.

Zanty dijo...

Habla un NO ENTENDIDO en materia política: Ojalá y surta efecto la campaña de "No les votes" en contra de PP-PSOE, que puede que sea una campaña para que los del PP no se beneficien de la situación actual y no recojan los votos del soe, o puede que sea una forma de que menos gente aún vote al soe. Sea una estrategia electoral o no lo sea, me da igual, sólo espero que las próximas elecciones, autonómicas, municipales, generales, no se vote a los partidos mayoritarios y estos vean que el chollo puede que se les acabe. De ilusión también se vidv, de hecho, yo aún estoy vivo.

Nacho Martín dijo...

@Marek Tienes razón. En las provincias pequeñas y medianas es casi imposible que algún partido que no sea el PP o el PSOE obtenga representación. Este sistema podría hacerse más proporcional, sin siquiera cambiar la Constitución, aumentando el número de escaños en el Parlamento hasta 400 y bajando el umbral para obtener representación a un 2 ó 3%.

@Zanty Lo importante es que cada vez más gente se dé cuenta de que hay otras opciones y que reflexionen si realmente quieren continuar con un sistema que se ha mostrado ineficaz tanto en lo político como en lo económico y lo social.

Alwariusz dijo...

Respecto a la proporcionalidad, habría que cuidarse también de evitar un Parlamento excesivamente atomizado que nos lleve a una situación como la del parlamento italiano, en donde hemos visto en los últimos años múltiples ejemplos de lo que es la imposibilidad de gobernar debido a la fragmentación extrema. A lo primero que le metería mano es a la financiación, que pone un tope de financiación de entidades privadas a la vez que permite que los bancos perdonen los créditos a los partidos (con lo que estamos en las mismas)

Nacho Martín dijo...

@Alwariusz Es el riesgo que tiene, pero creo que debido al bipartidismo tan fuerte que existe actualmente, hay margen de sobra para poder hacer un sistema más proporcional sin correr peligro de una excesiva atomización parlamentaria.

En cuanto a la financiación, pues tienes toda la razón. Habría que controlar mucho más la financiación privada de los partidos, así como el gasto de dinero público de los mismos.

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