Las bochornosas imágenes de ayer en las puertas del ayuntamiento de Los Yébenes, con decenas de vecinos insultando, denigrando y humillando a la concejal Olvido Hormigos, dice mucho de lo que es España como sociedad. Desde luego, no sirve ni debe servir para tener una imagen general de la sociedad española, pero sí sirve de ejemplo para darnos cuenta de nuestras miserias y de por qué el país va como va y nos gobiernan quienes nos gobiernan.

La gente que fue ayer a insultar como cavernícolas a una edil por un aspecto de su vida privada son de la misma calaña que los que van a la puerta de los juzgados a gritar "¡GUAPA!" a Isabel Pantoja después de estafarles dinero, los que llaman "¡TORERO!" a Ortega Cano después de matar a un hombre por conducir ebrio y los que aplauden a Julián Muñoz tras haber robado todo cuanto pudo. Son los mismos que apoyan que se exhiba la muerte violenta de un animal en una televisión pública en horario infantil.

Es solo una muestra, pero tampoco se aventura demasiado falaz extrapolar cuando miramos los resultados de las últimas elecciones y vemos que el 73% de los votantes depositó en la urna el papelito con los dos partidos que llevan mintiendo y robando de las arcas públicas desde que comenzó la democracia.
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